Un cuento de bancos
Los bancos están de moda, la crisis los ha puesto a desfilar día tras día en la pasarela de la actualidad y hasta en el rincón más recóndito de nuestro país, el menos informado de los mortales se sabe de memoria la dichosa frase "hay que inyectar liquidez a los bancos para que recuperen la confianza", que se traduce hablando en plata en que "papá" estado les dé una suculenta asignación de euros a los "nenes banco". Y sin querer hacer demagogia barata voy a contar una pequeña historia de bancos, que nada tiene que ver con la crisis, pero que tal vez pueda añadir algún calificativo a los mismos, aparte de ese que acabamos recientemente de descubrir y que es "desconfiados". Sucedió hace un tiempo, ni mucho ni poco, que el señor Ciudadano decidió dedicar una mañana a resolver unos urgentes asuntos bancarios. Así que ni corto ni perezoso se dirigió bien temprano a una entidad bancaria, con la primera misión de abonar el impuesto sobre bienes inmuebles...