Estamos en marzo, un mes como otro cualquiera, pero los padres con niños escolarizables seguro que estarán conmigo en que no es un mes cualquiera, porque el plazo de recepción solicitudes de escolarización se abre y se cierra en este mes, con todo el follón que ello conlleva. Ese tema daría para varias entradas del blog, pero hoy quiero comentar algo que tiene mucha más "gracia" y que cabrea aún más si cabe. Resulta que el ayuntamiento en el cual estoy empadronado y en el cual mis hijos están debidamente registrados, me envía una carta donde me avisa de la apertura y duración del plazo de recepción de solicitudes de escolarización, y me explica los pasos que debo dar, documentos que tengo que aportar y datos que debo rellenar en dicha solicitud. Hasta aquí todo perfecto. Es más, mi primer pensamiento fue de asombro ante tanta cosa bien hecha. Después llegó el análisis detenido de la carta y los procedimientos en ella descritos y claro, aquí saltó la liebre. En uno de los pun...