Día internacional del orgullo LGTB

Hoy es el día internacional del orgullo LGTB. Y viene muy al caso recordar el motivo por el cual se celebra el 28 de Junio este día: en conmemoración de una manifestaciones de protesta contra una redada policial en un pub de New York. Se considera que esa fue la primera protesta de la comunidad LGTB contra las persecuciones que sufrían (y aún sufren en muchísimos sitios) por el simple hecho de su orientación sexual. Era el año 1969. Ha llovido mucho. Se ha avanzado mucho. Queda aún mucho por avanzar. Pero justo en este momento se corre el peligro, no ya de que el avance se ralentice o se detenga, sino de que se produzca un retroceso. Vivimos en estos momentos en las sociedades europeas y también en nuestro país, un ascenso de grupos políticos que son claramente anti LGTB, entre otras cosas. Y eso significa que detrás de ellos hay millones de votantes que respaldan y comparten esas ideas. 

Nuestra sociedad ha avanzado, pero sigue siendo machista, homófoba y racista. No lo maquillemos, el primer paso para seguir avanzando es admitirlo, lo que no vale es mirar para otro lado y negar las evidencias.  El segundo paso es hacerle una sencilla pregunta a toda esa gente anti LGTB. ¿Por que? ¿Qué motivo hay para esa animadversión, ese odio?. ¿Qué razones de peso tienen para querer estigmatizar, prohibir, erradicar al colectivo LGTB?. 

Que son minoría frente a la mayoría heterosexual es cierto. Pero el ser una minoría no tiene que implicar nada más que un mero hecho estadístico. Estoy seguro que si se pregunta el color favorito a toda la población mundial, habrá mayorías y minorías, y no por eso se va a estigmatizar a nadie ¿verdad? Y si no es el hecho estadístico el que explica estos comportamientos, no queda más remedio que mirar hacia las orientaciones religiosas como trasfondo de estos movimientos. Porque tampoco nos engañemos con esto, el catolicismo sigue teniendo una gran influencia en nuestra sociedad, de hecho sin ir más lejos, no somos siquiera un estado laico por nuestra Constitución, sino aconfesional, que quiere decir únicamente que ninguna religión podrá tener carácter estatal, pero no se pone ninguna otra cortapisa a que el Estado mantenga lazos, relaciones, con cualquier religión (que en nuestro caso es lo mismo que decir la Iglesia Católica). 

Y eso hablando de la Constitución y el Estado, si bajamos a otros estratos de la sociedad, el poder de la Iglesia es aún más fuerte, y es esta Iglesia la que verdaderamente impulsa esas corrientes machistas y homófobas que tienen su reflejo en todos los estamentos de la sociedad. Es esa Iglesia la que desde siempre viene predicando el que las mujeres deben dedicarse a "sus labores" y supeditarse a los hombres y la que ordena como, con quién y para qué debe practicarse el sexo y para qué fines (aunque luego muchos de los integrantes de dicha Iglesia se salten estas normas como por desgracia todos sabemos). 

No olvidemos tampoco que no todas las prácticas de los heterosexuales son del agrado de esta religión, sino que hay determinadas cosas que se pueden hacer y otras que no, y por supuesto siempre con el único fin de procrear y mantener la especie, el sexo como mero disfrute, como mera ocupación placentera es pecado. Y lo digo no porque a mi me importe, que sinceramente ni me va ni me viene lo que predique la Iglesia, allá sus fieles con su conciencia, sino simplemente para dejar constancia que aquellos que se ofenden y se oponen al colectivo LGTB, debieran también mirarse el ombligo y ver si cumplen el resto de preceptos de la Iglesia (que va a ser que no), pero claro, siempre es más sencillo compartir y hacer suyos los preceptos que no les afectan directamente y obviar aquellos que les incomodan (porque eso del sexo solo para procrear seguro que es una restricción bastante impopular).

Las personas son personas independientemente de su raza, su género y su orientación sexual, porque lo que conforma a la persona va en el intelecto, en el cerebro,  y no en el color de su piel, ni en los órganos sexuales que tenga su cuerpo. Y ni mucho menos en la orientación sexual que tenga. Nadie es mejor ni peor persona por el hecho de que le gusten los chuletones o sea vegetariano. Nadie es mejor ni peor persona porque le gusten los pantalones vaqueros o los de chándal. Nadie es mejor ni peor persona porque le guste la playa o la montaña. Nadie es mejor ni peor persona porque le guste alguien de su mismo sexo o de otro. Así de sencillo.

Mi respeto más absoluto por todas aquellas personas que llevan luchando desde hace tantos años por los derechos de los colectivos LGTB. Queda mucho por hacer, pero si se mira para atrás, se ha avanzado mucho ya. Enhorabuena.






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