Reflejo de un país

No quiero dedicarle demasiadas líneas a este tema, pero tampoco puedo obviarlo y no comentar nada al respecto, lo siento pero me niego a hacerlo. Resulta que hace unos días, al encender por la noche la televisión, durante esos pocos minutos que tengo sintonizada la programación habitual (el resto lo reconozco me dedico a ver capítulos de series que tengo en mi disco multimedia), descubro perplejo que en una de las cadenas, concretamente Tele5 (doy nombres y apellidos porque siempre he considerado una absoluta idiotez el ocultar datos que estaban ahí al alcance de cualquiera), están emitiendo un programa especial y entrevistando al individuo este del Banco Popular en exclusiva, semiexclusiva o como quiera que se llame ahora al formato este que se resume en que la cadena le paga una pasta a un tipo porque acuda a sus programas antes que a los de las cadenas vecinas. El individuo en cuestión, un caradura de tomo y lomo en mi opinión, estaba allí todo tranquilo contando las película como mejor le venía en gana y flanqueado por un abogado de gafas estrafalarias y que para mi sorpresa en un vídeo que se emitió de su llegada a España, aparecía hasta con un sombrero al más puro estilo del "far west" (el caballo supongo que iría facturado y lo recogería luego en la cinta de equipajes, y el revólver sabe dios donde vendría). Y habia público en el plató (que tienen disculpa porque puede que sea público de este que les dan unos eurillos y hasta un bocata, así que al menos algo ganan aguantando semejante cantidad de basura), lo que es peor es que seguro que había mucho más público en casa al otro lado del televisor, y muchos hasta se tragarían el programa entero.
En qué triste país vivimos señoras y señores, que no presta la más mínima atención a la gente de a pie que se gana la vida honradamente como puede en el día a día, y en cambio encumbra a los altares a esta manada de chorizos, ladrones caraduras y delincuentes sin escrúpulos, que después de dejar sin blanca a cuantos se pusieron a tiro, aún tienen el morro de venir, como este, diciendo que jamás cometieron un delito (debe de ser por eso que hasta que no ha prescrito el mismo no se ha atrevido a asomar el careto por aquí, y porque lo pillaron solicitando un visado). Hemos cambiado en muchas cosas para bien, evolucionado para mejor en otras, pero en algunas, como la que nos ocupa no acabamos de aprender, seguimos venerando a estos cabrones que encima después de delinquir vienen a reírse de nosotros, y para colmo encuentran quien les baile el agua y les llene de euros los bolsillos. Y ejemplos hay muchos, así a bote pronto recuerdo aquel banquero engominado con el pelo hacia atrás, aquel alopécico conductor de furgón blindado o el reciente ex presidiario y otrora todopoderoso alcalde de la "jet set" de la costa del sol.
Hay que reconocerlo, a veces nuestra querida España y por ende nosotros los españoles, damos bastante asco.

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