Diario Irreverente de la Mañana: El viajar es un placer


Como bien decían los payasos de la tele, el viajar es un placer que nos suele suceder ... ay que recuerdos ... en el auto de papá. Los más viejos del lugar recordarán esa canción infantil, que cierto personaje ha puesto muy de moda en los últimos días. Porque este señor, en su particular homenaje a Miliki y compañía, se ha dedicado al placer de viajar, pero en avión, y con la pasta de papá ... Estado. Dada la humildad del presente medio de comunicación, nos van a permitir ustedes (como están? ... biennnnnnnnnn), que utilicemos nombres ficticios para referirnos a estos hechos, para así preservarnos de posibles querellas y otras lindezas con que este tipo de gente suele dar coletazos una vez han sido pescados. Porque aparte de caradura, les sobra el dinero para contratar buenos abogados, cosa que no podemos permitirnos los demás. Y si encima se nos ponen más y más caras tasas judiciales ... gracias señor ex-ministro de Justicia por ese legado suyo, aunque supongo que no tendrá demasiado tiempo libre ya que ese órgano consultivo al que usted ahora pertenece debe de exigir dedicación de 12 horas diarias como mínimo, a tenor de la pasta que pagan.
Decíamos, que este hombre maleta, al que nos referiremos a partir de ahora como señor Lisastop, se entregaba al placer de viajar con tal asiduidad, que en un año y medio acumuló nada más y nada menos que "taitantos" viajecitos aéreos a las islas Ruiseñoras. Eso sí, el señor Lisastop jura y perjura que fueron viajes de trabajo, cosa que sería comprensible si este señor fuese un representante de yogures de sabor de frutas, o un comercial de seguros contra prospecciones petrolíferas ... pero es que este señor tiene un alto cargo político en el partido JOSE. Tan alto que no lo hay más en la comunidad autónoma en la que vive. Si yo viviera en esa comunidad estaría preocupado porque tanto viaje a esas islas significaría que igual este señor estaba preparando su anexión. Pero no se preocupen los residentes de esa comunidad, (esa cuyas las mujeres se la ponen extrema y dura a un grupo de rock oriundo de allá), porque por fortuna no había nada de eso. La explicación como casi siempre es más sencilla y banal. Al señor Lisastop, la que se la ponía extrema y dura era una señorita que residía en dichas islas, y cada quince días este buen hombre, emulando a los Pizarro, Cortés, Núñez de Balboa, Pedro de Valdibia etc, reunía el valor suficiente (el dinero ya lo reuníamos todos para que él lo gastara) para cruzar valerosamente los mares, clavar su lanza y conquistar a la bella indígena.
Ante tales evidencias, el señor Lisastop ha dicho que pagará de su bolsillo lo que sea necesario (pero oiga usted, ¿no dijo que eran todos viajes de trabajo?¿en que quedamos?). Lo cual es entendible hasta cierto punto, porque el muy ladino sabe que no va a haber más viajecitos. Al parecer a la bella indígena la conquista ahora un compañero del JOSE, que viene de ese lugar que no existe y rima con miel. Y que por cierto ya ha dimitido, renunciado y no se que más, admitiendo que los viajecitos para solazarse con la isleña los había cargado a la cuenta del senado. Por lo menos este ha reconocido su caradura y se ha quitado del medio. El señor Lisastop me parece que va a empeñarse en seguir en la poltrona ... ver veremos. 

(continuará)


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pidiendo explicaciones.

Fútbol femenino: ejemplo de lo que no se hace

Día internacional del orgullo LGTB