"Burrocracia" y "Desigualdad" (I)

Sugerente el título de esta entrada ¿verdad?, pues no pueden ustedes imaginarse lo que me ha costado poner algo tan suave, porque la verdad es que con ganas hubiera colocado algunos improperios nada edificantes pero si que muy relajantes al menos para el que suscribe. Y sin mas dilación vamos al grano que la cosa da para bastante. La cascada de sucesos y situaciones que voy a referir comienza con el nacimiento de mi segundo hijo (hija para más señas). Dada mi experiencia anterior, ya me sabía algunas de las cosas que iba a encontrar, y por eso pensaba que esta vez no iba a sorprenderme por nada (iluso de mi). Para los legos en la materia, les diré que cuando nace un niño, hay que registrarlo para que adquiera los derechos que le corresponden civilmente como hijo de su padre y de su madre. Este trámite se realiza en el llamado Registro Civil y es muy sencillo, simplemente hay que cubrir un cuestionario con los datos del recién nacido, otra parte del cuestionario la cubren en el hospital donde se produjo el nacimiento y la última parte ya la rellenan en el Registro Civil. Bien, la primera incongruencia del sistema burocrático es la obtención de dicho cuestionario, porque sepan ustedes que hay que irse al Registro Civil y pedir dicho papel, el cual te lo dan sin más, es decir, no hay que presentar nada, ni identificarse, ni acreditarse. Es decir (atención coleccionistas del mundo), cualquiera puede pasarse por allí todos los meses a pedir cuestionarios que se los van a dar sin problema. Ese cuestionario está absolutamente en blanco. No hay nada cubierto de antemano, bueno, sí que lo hay, tiene un número de serie impreso, pero dado que el cuestionario lo reparten indiscriminadamente la validez de dicho número de serie es equiparable a cero patatero. Una vez conseguido, te lo llevas, rellenas los datos del recién nacido tu mismo y lo entregas en el hospital, para que los médicos rellenen la parte que les corresponde. Una vez te lo han devuelto, ¿adivinan ustedes qué hay que hacer?, otro viajecito al Registro Civil para presentar dicho cuestionario, y cierta documentación adicional. Creo que es bastante evidente que no tiene mucho sentido el procedimiento. El cuestionario deberían tenerlo en el hospital y así ahorrar un viaje al registro a la gente. Así lo comenté, cuando fui a registrar a mi primer hijo, al funcionario de turno del registro civil, en realidad le pregunté por qué ese papel no estaba en el hospital y así nos evitarían un viaje. La respuesta no pudo ser más "satisfactoria": ese papel es propiedad del registro civil y por eso tienen que tenerlo allí y darlo allí y no en el hospital. Y además el funcionario me añadió como coletilla que para otros papeles también había que ir a otros sitios a obtenerlos (argumentación de libro vamos). Y aunque no puedan ustedes creerselo, me debió pillar en un día raro porque me callé la boca y no le dije nada. Supongo que sería que llevaba casi dos días sin dormir, varios viajes para papeleos y numerosas idas y venidas al hospital y a casa a por cosas para la madre y para el bebé. Es decir, las condiciones normales para un papá reciente, que entre sus nuevas obligaciones paternas al parecer y sin previo aviso tiene la de hacer viajes sin sentido a organismos oficiales y aguantar las gilipolleces de turno de algún chupatintas estresado por trabajar en horario de mañana con todas las santas tardes libres.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pidiendo explicaciones.

Fútbol femenino: ejemplo de lo que no se hace

Día internacional del orgullo LGTB