COVID Diario de una pandemia - DIA 2 DOMINGO 15 DE MARZO DE 2020

Segundo día del fin de semana, sin agenda, sin horarios, sin ningún lugar o evento al que acudir. Se hace rarísimo. La mañana va pasando con el habitual chorreo de noticias. Las medidas anunciadas se debaten en las redes sociales, que si las peluquerías y las tintorerías abren y lo demás no, que si los que tienen perro pueden salir y los que tienen niños pequeños no, que si el presidente vasco dice que le han quitado soberanía y el catalán lo mismo, que si el coletas se saltó la cuarentena ... que hartazgo joder. Estamos en una situación inédita, nunca antes vivida en la historia y nos dedicamos a criticar gilipolleces, a decir que todo se hace fatal y menudo desastre. Si algún día vienen los extraterrestres pasará lo mismo ya lo veremos, habrá legión de críticos diciendo que menudo desastre. Y si cae un meteorito gigante lo mismo. Evidentemente se habrán hecho cosas mal y en otras se habrá acertado, pero es que hablar a toro pasado es lo más fácil del mundo, y sobre todo ante una situación inédita. ¿Se puede estar cien por cien preparado ante una situación nunca vista?  Tal vez sería mejor esperar un poco de tiempo y luego analizar las cosas con más perspectiva, pero bueno, el deporte nacional ya sabemos cual es, criticar. A todos estos que se rasgan las vestiduras y critican todas las decisiones, hace una semana no se les oía proponer nada.
Salgo a por el pan. La gente empieza a hacer cola a distancia unos de otros. Parece que en algo vamos cambiando. Vuelvo a casa y se me jode el optimismo, al poner las noticias he visto una retahila de imbéciles, porque no tienen otro nombre, en todo tipo de sitios diferentes actuando como si no pasara nada, a su bola, como si estuvieran de vacaciones. Asco.
Hoy comida especial, arroz negro. Ya que hay tiempo por lo menos cocinar algo no habitual. Tras el postre un poco de redes sociales y sigue el enconado debate sobre lo de poder sacar a los perros y no a los niños. Que mala es la envidia. Sacar a los perros es una medida de higiene, pero los que no tienen lo ven como una oportunidad de dar un paseo que ellos no tienen, y cual Gollums en el señor de los anillos reclaman "su tesoro". En fin, un poquito más de empatía no les vendría mal.
La tarde la remata el rey con su renuncia a la herencia y la eliminación de la asignación al emérito, o sea a su padre. Esta corona tiene otro virus y no viene de China, se llama podredumbre. Creo que ya tenemos amortizada la monarquía en este país y que ya ha cumplido su función y debería terminarse.
Y una última decisión del gobierno, mañana tampoco abrirán las peluquerías. Fin del otro gran debate nacional junto con lo de los perros.
Se oyen aplausos en la calle. La gente sale de nuevo al llamamiento de aplaudir. Ayer me parecía una chorrada, hoy ya menos, acabaré saliendo a aplaudir. Pensándolo un poco más a fondo, tal vez sea una forma de hacernos ver unos a otros que todos estamos en esto, haciendo lo único que podemos, que es quedarnos en casa. Y tal vez esto sirve también para recordarnos que no solamente hay gilipollas e indecentes en la raza humana, que también hay gente solidaria y respetuosa, y que aunque se noten menos, en realidad son más. y por eso tal vez aún no nos hayamos extinguido después de tanto tiempo ( o tal vez sea el papel higiénico la causa, los dinosaurios no tenían y mira como acabaron).
A veces unos minutos de unidad reconfortan para muchas horas. Mañana más. Será el primer día laborable de la cuarentena. A ver como lo soporta la infraestructura tecnológica, porque el tráfico digital va a sufrir un aumento espectacular. Lo veremos en el próximo episodio.

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