COVID Diario de una pandemia - DIA 6 JUEVES 19 DE MARZO DE 2020

Día del padre del año 2020. Del padre recluido esta vez. Hoy es festivo, así que no hay que trabajar, ni los niños han de conectarse al colegio, así que nos lo tomamos con más calma a la hora de levantarnos y desayunar. Tenemos un largo día por delante, eso sí, para gastar dentro de casa, por supuesto. Ni siquiera pongo las noticias esta mañana. Total, ya me las sé: más contagios y más muertos. Esta letanía aún va a durar bastantes días antes de que se vean los resultados de la puñetera cuarentena.
Hoy vamos con algo diferente para los niños. Vamos a pintar miniaturas de plomo. Me van a ayudar por primera vez, así al menos hacen algo diferente y se distraen un poco con lo novedoso. Es lo que tiene que crezcan, que hay que variar los tipos de entretenimiento. Luego pasarán de nosotros. Tiempo al tiempo. Todo llega.
Tras la pausa para la comida, un rato de descanso y un poco de lectura. y un recorrido por Internet y las redes sociales para ver como marchan las cosas. El dato nuevo es que en Italia ya hay más muertos que en China. A falta de saber si hay razones científicas en ello, a mi se me ocurren unas cuantas de índole social que me parecen bastante evidentes. Allí son más expeditivos que en Europa. Cierran lo que haya que cerrar y al momento. Aíslan lo que tengan que aislar y punto. Se hace. Y la gente a callar. Sin miramientos. Es lo que tienen las dictaduras, y al que protesta jarabe de palo o se le quita del medio. En Europa las cosas se hacen con más lentitud, hay unos procedimientos que seguir. Y en eso salimos perdiendo en este caso concreto de la crisis del virus, porque éste no entiende de regímenes políticos, contagia y punto.
Tras una nueva sesión de pintado de figuras para completar la tarde toca preparar la cena. Eso sí, antes los consabidos aplausos de las ocho.
Después de la cena, un último repaso a las noticias, debo tener alto el nivel de masoquismo hoy para consultar tantas veces la actualidad. Se ha montado una buena con el discurso del Rey. Yo no puedo juzgarlo porque confieso que no lo escuché y sinceramente, lo que a estas alturas de la película diga el Rey ni me va ni me viene. A este punto he llegado tras tantas turbulencias en la familia real. Lo que me molesta profundamente es toda esa gente a la cual se le llena la boca con la monarquía y ensalzan sus discursos y sus gestos y sus actos y sus comunicados, pero cuando se descubre un escándalo en esa familia se quedan callados y no dicen nada. Patriotas de pacotilla. O todo o nada, no valen medias tintas. No sirve quedarse con lo bueno y hacer como que lo malo no existe. Bueno, a mi no me sirve, a ellos parece que sí.
Para terminar el día toca partida de juego de mesa con la pequeña de la casa. Hoy probaremos uno nuevo, ya que es lo que me pide, alguno que no haya jugado nunca, así que le damos una partida al Aton, un juego para dos no muy largo y entretenido. Y aunque es un pelín complicado pillar la forma de juego al principio, en dos rondas lo tiene controlado. Y al final casi me gana y todo.
Terminamos de jugar y toca irse a la cama, ellos mañana no tienen tele-cole, porque estaba marcado como puente en su colegio, pero a mi me toca trabajar, y su madre que madruga bastante más que yo hace un rato que ya se ha retirado a dormir, así que sin hacer mucho ruido para no despertarla, la imitamos y nos vamos a descansar.

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