COVID Diario de una pandemia - DIA 5 MIERCOLES 18 DE MARZO DE 2020

Un nuevo día. Levantarse. Trabajar. Niños arriba. Desayuno. Niños a sus tareas del colegio. Trabajar. Mediodía. Hora de comer. Niños a jugar, a sus cosas. Trabajar ...
La rutina está establecida, somos animales de costumbres y los cambios los asimilamos con una celeridad pasmosa. Es asombroso. Aún así se va notando el paso del tiempo en aislamiento, el humor no es el mismo a ratos. Claro que hacemos muchas cosas diferentes para no aburrirnos, incluso cosas que antes no teníamos tiempo para ellas. Pero no es lo mismo. Nos falta el movernos, el caminar, el hacer ejercicio. Para los que hacemos deporte asiduamente es fundamental, porque ademas del cuerpo nos oxigena la cabeza, el espíritu. Y vale que en casa se pueden hacer tablas de ejercicios y demás para no perder tono, pero no es comparable con salir a correr mundo adelante, con jugar un partido de pádel etc. Como suele suceder, nos damos cuenta de cuan importantes son algunas cosas cuando no las tenemos, cuando nos faltan. 
Las noticias de hoy no traen nada nuevo, las medidas restrictivas, más o menos duras se extienden por toda Europa. Al final vamos a acabar todos igual me temo, No se va a librar nadie de una buena temporada en cuarentena. Y luego, luego ya veremos como se recupera esto.
A media tarde toca ir a la compra, hay que rellenar algo la despensa. Subo al coche por vez primera en tres días. Eso hace solamente un mes sería inaudito. Hoy llevo mis guantes puestos al salir de casa. Toda precaución es poca, por mi y por los demás. En el supermercado una sorpresa, han precintado todo lo que no es de alimentación o higiene, todo lo que no es de primera necesidad. A esos pasillos no se puede ni acceder. Las cajeras y los de seguridad van todos con mascarillas y guantes, y la inmensa mayoría de compradores también llevan guantes. Nos vamos poniendo las pilas. En cuanto a la compra hay de todo, algunas cosas agotadas, pero puntuales, no tengo problema en encontrar todo lo que necesito. Me encuentro a un par de conocidos y charlamos un poco. A distancia por supuesto. Como hacen el resto de personas que observo saludarse y pararse a hablar. La gente va aprendiendo a seguir las recomendaciones. Está claro que al final los mensajes van calando en la mayoría de la gente. 
Me vuelvo a casa, Pasan cinco minutos de las ocho de la tarde, me he perdido el aplauso de hoy. Se ha convertido ya en un símbolo. Con lo chorras que me pareció el primer día.
Un poco de juego con los niños y a hacer la cena, hoy pizza casera viendo un poco la tele. Bueno, Netflix o Youtube o similar, la televisión convencional no se ve en mi casa nunca, salvo que haya alguna retransmisión deportiva. Y no la echo nada de menos.
Mañana no hay que madrugar que es festivo aquí (bueno mi mujer sí que está trabajando ahora a turnos y le toca de mañana), aunque salvo conectarse al trabajo el resto del día va a ser igual que el de hoy, tampoco hay muchas opciones de hacer cosas diferentes, aunque habrá que intentarlo.

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