COVIDiario del Miércoles 25 Marzo. De periodismo basura y voxchorradas (Dia 12)

Con los días me va dando pereza ponerme a escribir. Me da la impresión de que siempre cuento lo mismo, que me repito. Y para eso no merece la pena escribir. Aunque también es verdad que dada la situación es difícil no caer en repeticiones, porque en mi vida (y en la de nadie), nunca el ciclo vital de los días ha sido tan monótono como ahora en el tiempo que llevamos de cuarentena. Así que he decidido saltarme de alguna manera la repetición diaria de las mismas cosas y así al menos tendré menos sensación de repetirme y de aburrir.

La noticia hoy, al menos a primera hora de la mañana, es que ya hemos superado en número total de muertos a los chinos. Tal y como iba la cosa se veía venir. Los italianos siguen por encima nuestro aún. En otros países la curva de momento no es tan pronunciada.

Se empiezan a buscar motivos, razones, culpas, errores, pero creo que hasta que no pase esta tormenta y se puedan analizar los datos completos, y en frío y con perspectiva, no se van a poder encontrar respuestas a todas esas cosas. Hacen falta más datos, sobre todo los definitivos cuando todo esto termine, y más distancia para poder analizarlo todo de forma correcta y llegar a conclusiones que puedan poner luz a lo que ha pasado e iluminar el futuro para evitar que vuelva a suceder algo similar. Todo llegará supongo.

A mediodía, trasteando por las redes sociales encuentro un vídeo en twitter que me llama la atención, es de Minerva Piquero, tal vez muchos la recuerden de televisión cuando era la encargada de dar el parte meteorológico en las noticias. Y este vídeo que publica en su cuenta es un alegato contra ese periodismo rancio de cloaca que inunda la parrilla televisiva de las mañanas y las tardes en casi cualquier cadena generalista. Denunciando esos programas en los cuales solamente se hace hincapié en los aspectos negativos y trágicos de las noticias, en los cuales las cosas positivas ni aparecen o si lo hacen se nombran de corrido y a otra cosa mariposa. En cambio en las desgracias y en las tragedias se entra en la descripción detallada y repetitiva, como regodeándose en el drama que a alguien le ha tocado o está tocando vivir. Y todo esto regado con grupos de "expertos" de pacotilla que son capaces de opinar de cualquier cosa de la que se hable, ya sea la teoría de la relatividad de Einstein o el color de las bragas de la reina de Samarkanda. Cuando en lo único en que tienen un doctorado es en ser unos desvergonzados cagasentencias sin escrúpulos. Como bien dice ella en el vídeo, lo peor es que hay  muchísima gente, sobre todo gente mayor que el único medio de informarse que tienen es precisamente la televisión, y sometidos a este bombardeo de inmundicia, acaban creyéndose lo que les cuentan esta pandilla de indecentes.

Y además, y esto lo añado yo, peor aún si cabe es el hecho de que los que hacen estos programas y colaboran en ellos en esas tertulias supuestamente informativas, saben de sobra la mierda que están haciendo, pero les da igual. Mientras ganen su dinero lo demás les trae absolutamente sin cuidado.

A media tarde hoy me toca un ejercicio diferente, hace sol y salgo al jardín con la pequeña de la casa a entrenar un poco a voleibol con ella. Peloteamos un buen rato con cuidado de no perder el balón a través de la valla del vecino y al final acabamos con una buena sudada. Al menos yo, ella está tan campante, esta claro que sus diez años se imponen de largo en aguante a mis cincuenta.

Tras los aplausos de las ocho un poco de relax y después a hacer la cena. Al terminar toca partida a un juego de mesa, que de nuevo se apuntan los dos peques. Hoy les enseño un juego de cartas absolutamente genial, sencillo de reglas pero complejo de gestionar sin llegar a ser muy dificil tampoco. Cada turno es como un pequeño puzzle a resolver. Se llama Red7. Enseguida le cogen el punto a la mecánica y la partida es muy divertida. Como de costumbre al terminar quieren jugar otra, pero ya es muy tarde y toca acostarse.

Yo aprovecho para escribir el diario y dar un último repaso a las noticias. Aquí nos quejamos, pero lo que hay por del mundo adelante mete miedo. El presidente de Mexico animando a la gente a salir a los restaurantes. El de Brasil diciendo que no pasa nada, que esto es poco más que un catarro. El gobernador de Texas asegurando que los ancianos están preparados para morir por el bien de los jóvenes (o algo así). 

Y aquí, para no desentonar demasiado con esas eminencias, tenemos un partido político que propone que los inmigrantes sin papeles se paguen su asistencia sanitaria durante el estado de alarma. Y digo yo, que a estos lumbreras se les habrá pasado por la cabeza el que este colectivo no es precisamente de los más pudientes, y que si encima se les cobra la asistencia, menos van a aparecer por el médico. En este punto esos grandes pensadores de ese partido hincharán el pecho y se les llenará la boca diciendo que así se consigue que queden más recursos y medios libres para atender a lo españoles (buf, me cuesta hasta escribir tamaña majadería).

Entonces es cuando alguien les dice en voz muy bajita, bueno y si esa gente no va al medico y tiene el virus, entonces lo van a ir contagiando por ahí a diestro y siniestro, porque no se les va a poder detectar a tiempo y no se les va a poder aislar y van a contagiar a muchísimas más gente que antes.

Y ahora es cuando a voz en grito yo les diría a esos señores de ese partido, hay dos posibilidades, una, que ustedes hayan sido capaces de hacer todo ese razonamiento, con lo cual la pregunta es ¿por que narices proponen algo que va a empeorar la situación actual?, o dos, que ustedes no hayan sido capaces de hilar este sencillo razonamiento, en cuyo caso la pregunta es ¿que cojones tienen ahí dentro de su cabeza para no poder razonar algo que un niño de siete años no tendría ninguna dificultar en pensar?

La conclusión a todo esto es muy clara, ese partido político tiene más letras en sus siglas que la suma del coeficiente intelectual de todos sus dirigentes y afiliados juntos. Lo jodido es que tengan tres millones y pico de votos. Creo que además de mascarillas nos hacen falta neuronas en este país. Y eso me temo no lo venden ni los chinos.

Hora de irse a la cama. Mañana más, y esperemos que mejor.