COVID Diario de una pandemia - DIA 0 - VIERNES 13 DE MARZO DE 2020

Hoy empieza lo desconocido. Lo que tantas veces hemos visto en las pantalla del cine, leído en las páginas de un libro, imaginado en las fantasías más osadas, es ya una realidad. Estamos en medio de una pandemia. Un virus ha puesto en jaque al planeta. Todo empezó en China hace unos meses, en Italia hace semana, aquí hace unos días, y pronto en el resto del mundo.
Es cuestión de tiempo que se paralice el país, todos lo sabemos, es la única forma de atajar esta locura de infecciones, de evitar que se colapse el sistema sanitario y entonces las proporciones de la catástrofe sean mucho peores. Nos va a tocar estar aislados en nuestras casas durante 2, 3 o más semanas, sin contacto con nadie, saliendo lo imprescindible, no hay otra manera de frenar los contagios exponenciales que se están sucediendo. Veremos que pasa. Es una incógnita total a nivel mundial. Y como tiempo no me va a faltar, voy a escribir un diario con todo lo que pase a mi alrededor y por mi cabeza. Comenzamos ...

DIA 0 - VIERNES 13 DE MARZO DE 2020

El lunes se cierran los colegios durante un mínimo de 15 días, aunque todo el mundo supone que serán más. Voy a buscar a la niña al colegio como todos los mediodías, hoy a ido por última vez, aunque como era voluntario supongo que no habrán ido muchos alumnos. Camino del colegio, desde el coche veo un par de bares, cuatro o cinco abueletes jugando la partida como cada día. El sitio ideal para estar ellos que son el grupo de mayor riesgo al ataque del virus.
El el colegio lo esperado, no han ido casi niños, el patio otrora lleno de padres está hoy semivacío. El tráfico de vuelta no llega ni a la mitad de un día normal. La contaminación se va a cagar, al menos algo positivo.
Las noticias se suceden vertiginosamente, restricciones mayores a cada hora en cada comunidad autónoma. La escalada que nos va a llevar al cierre de todo. Es inevitable. Es previsible. Es necesario.
Salgo por la tarde a hacer algo de compra, necesito algunas cosas para la cena y para la comida de mañana. De nuevo en el coche, es lo que tiene vivir en el rural, hay que usar el coche para todo. De camino al supermercado paso delante de la terraza de un bar, siete persona sentadas con sus consumiciones alrededor de una mesa. ¿Cómo hay que explicar las cosas a esta gente?
La radio escupe información de continuo. Veo claro que vamos a acabar a la italiana, todos en casa recluidos y solamente abiertas las tiendas de primera necesidad y alimentos. Es lo que nos queda.
Llego al supermercado. Más coches de lo habitual un viernes a estas horas. Tomo mi carrito y entro. Asombro, incredulidad. Está arrasado. Literal. No hay nada en la pescaderia, en la carnicería, en la zona de frutas y verdudas. Cajas vacías. Se lo han llevado todo. Pillo lo que encuentro, la mitad de mi lista. En la caja la encargada me dice que menudo día llevan, que la gente está como loca. Le respondo que menos mal que han avisado por activa y por pasiva que el abastecimiento está asegurado y que no se van a cerrar las tiendas de alimentación, que si no les llevan hasta el edificio.
De vuelta al coche me doy cuenta que se me ha olvidado pasar por la zona del producto estrella de esta pandemia, el papel higiénico, pero viendo el resto me imagino que allí se habrán llevado hasta los estantes. Dicen que la gente lo compra porque en internet dicen como fabricar mascarillas usándolo. Es de idiotas. Me gustaría pensar que la razón es que un publicista avispado a inventado el slogan definitivo y por eso lo venden todo: "Frente al coronavirus contagioso, mantén tu culo limpio y sedoso". Pero va a ser por lo de las mascarillas me parece a mí.
Vuelvo a casa con la mitad de mi compra planeada. Es difícil establecer topes para la idiotez de nuestra especie, siempre los acabamos superando,.
Hora de cenar. Las noticias siguen sucediéndose sin pausa. La bolsa se desploma en la misma proporción que aumentan las tonterías que hace la gente. Habrá que ir a dormir, mañana será otro día y visto lo visto ocurrirán cosas que ni siquiera pudo imaginar el famoso replicante de Blade Runner.
Tiempo al tiempo.





Comentarios

  1. Muy bien narrado y por desgracia la misma situación se vive todas partes. Además de oleadas de incautos en los pueblos costeros de la zona, pensando que esto son unas vacaciones.

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