Contando muertos. COVIDiario del Jueves 9 de Abril (día 27)

Jueves santo. Atípico donde los haya. Personalmente me da bastante lo mismo la religiosidad del día, pero bueno, un día de fiesta siempre es fecha señalada y ayuda a cuantificar el paso del tiempo, ya que supone la posibilidad de desconectar del trabajo, hacer algún viaje, o quedarse en casa como no tenemos más narices que hacer ahora.
Los días pasan y es complicado encontrar cosas para escribir más allá de reflexiones que no todos los días vienen ni a cuento ni a la cabeza, ni son originales. Así que no voy a escribir mucho hoy me parece. Ayer en cambio tenía bastantes cosas que decir y me extendí bastante. 
Aún así voy a mantener la costumbre de escribir una entrada diaria mientras dure la cuarentena. Lo tomé como compromiso y los compromisos hay que mantenerlos. Y además me obliga a superar la pereza y la vagancia de ponerme a escribir (se podría decir que el virus ha resucitado mi blog, y nunca mejor empleado el verbo que en esta semana en la que estamos ... no ha sido premeditado que conste). 
Las cifras se mantienen bajas hoy, lo cual son buenas noticias en este lento camino que nos queda aún por delante. Lento pero seguro esperemos.
En cuanto a la actualidad, aparte de que se ha celebrado en el congreso una sesión bastante bronca, con acusaciones y críticas por todos lados y en la cual se ha ratificado la extensión del estado de alarma propuesta por el gobierno, hay un tema en candelero, el número de muertos. Hay quienes acusan al gobierno de ocultar el número de muertos, de que no son reales las cifras etc. Sinceramente, a veces creo que los muñecos de barrio sésamo, (aquel programa infantil de los años ochenta, por si me lee alguien jovenzuelo), tienen más sesera que muchos en este país. Y lo digo más por la gente que se traga sin pestañear siquiera esas cosas, que por los que las difunden y las originan, que esos lo hacen a mala fe y a sabiendas de las mentiras, demagogias y medias verdades que propagan.
Hay que pararse a pensar un poco las cosas señoras y señores. Cuando se lee, o se escucha una afirmación, o un razonamiento, hay que pararse un poco a analizarlo y luego ya se puede empezar a ver si uno está de acuerdo o no. Máxime en casos tan burdos como este del número de muertos. Es muy simple, basta con hacerse la pregunta ¿quién cuenta los muertos?, la respuesta no es el gobierno central, la respuesta es que lo hacen las Comunidades Autónomas (CCAA), porque son quienes tienen las competencias de sanidad etc. Cada CCAA cuenta los muertos y luego informa al gobierno central, que es quien recaba todos los datos y actualiza los totales coordinadamente. Por lo tanto, en este escenario, solamente caben dos opciones. Una, que el gobierno haga mal esas cuentas y cambie las cifras de las CCAA. Es posible hacerlo, pero creo que las CCAA saltarían al instante a decir que esas cifras no son las reales que ellos enviaron al gobierno central ¿no?. Dos, las cuentas están bien hechas.
Por lo tanto, si alguien mantiene la afirmación de que se ocultan muertos, y ninguna CCAA denuncia que el gobierno está manipulando las cifras que ella le envía, la única forma posible de que esa afirmación de ocultación de muertos sea verdadera es que las CCAA están ocultando muertos, y por lo tanto no es el gobierno central el culpable sino las CCAA. Y claro, eso ya no sirve de mucho a los intereses manipuladores de quien siembra estos vientos para recoger luego tempestades, porque las CCAA están gobernadas por diferentes partidos, entre ellos los partidos de los mismos que ponen el grito en el cielo esparciendo estas mentiras por todos los medios.
Cuanto mejor nos iría en este país si la gente olvidara su puñetero fanatismo y se parase a pensar un poco las cosas. En todos lados cuecen habas, así que no se puede ser fanático de nada, ni de un equipo de fútbol, ni de un partido político, ni de una religión, ni de nada.
Buenas noches.





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