De tecnología e indecencia. COVIDiario del Martes 31 de Marzo (día 18)

Martes, último día del mes de marzo. Parece según los datos de los últimos días que la curva puede empezar a atenuarse. Aún hay que ver que se vaya confirmando, pero parece que las previsiones se están cumpliendo. Buenas noticias.
Los niños continúan con sus tareas escolares. La niña incluso tuvo hoy una videollamada con su profesora y sus compañeros de clase al mismo tiempo. Bravo por la tecnología. Como con todo, muchas veces no valoramos lo que nos proporciona la tecnología hasta que no se producen situaciones extremas como esta. Lo vemos normal, estamos tan habituados a ello que nos parece la mayor chorrada del mundo, cuando no lo es. Los abuelos que en estos días hablan con sus nietos en videoconferencias por tablets, ordenadores y móviles, jugaban a tirarse piedras cuando tenían ocho años, la televisión no existía y la radio era el avance más increíble de la humanidad. Donde queda eso ahora. No alcanzo a imaginar siquiera donde estará el mundo tecnológicamente dentro de 50 años. Ni yo ni nadie pienso. Volviendo al tema de los niños, al menos siguen haciendo tareas supervisadas, con lo cual la pérdida de estos días de clase va a ser mucho menor que si estuvieran sin hacer nada. Un gran avance sin duda. Y reconocer también a los profesores, que se están adaptando a este escenario tan diferente para darles quehaceres y materia a sus alumnos.
Noticias del mediodía, las escucho en la radio y no doy crédito. Dicen que cada comunidad autónoma hace las cuentas de muertos a su manera, que no hay un criterio único para ello. Increíble y lamentable. Fiel reflejo del mundo actual. Y luego queremos que en Europa los países se pongan de acuerdo. Si no somos capaces de ponernos de acuerdo ni nosotros mismos para hacer unas putas cuentas. Lo siento pero el taco era necesario para expresar hasta que punto me indignan estas cosas. Y lo peor de todo es que el motivo seguro que es política de mierda, para que no salgan mal los números de la comunidad en que gobierno y luego poder restregarlo por la cara a los otros partidos. Asco. Son vidas humanas lo que se cuenta, son vidas humanas las que están en juego y los datos son necesarios para saber la evolución de la pandemia y saber cuando podemos levantar la cuarentena, donde y con que precauciones. Pero a los que son escoria moral les preocupa más su culo, se dedican a hacer cálculos para estar mejor situados cuando se controle el virus y se vuelva a la normalidad. Indecentes.
Por otro lado arrecian las críticas al gobierno desde muchos sitios, y hay una que comparto, en una situación de excepción, la comunicación es fundamental. Y si pides que todos arrimen el hombro y te den apoyo, lo que hay que tener son gestos también hacia ellos. Para hablar con los otros líderes de los demás partidos que además van a tener que respaldar o no las propuestas en el congreso, no es necesario subirse a una diligencia y meterse veinte horas de carruaje como en otros tiempos. Ni tampoco es necesario cruzarse telegramas. Que estamos en el año 2020 y hay teléfonos móviles por favor !!!. ¿Tanto cuesta hacer una llamada y explicar lo que se pretende hacer?. Que luego los otros pueden o no estar de acuerdo, pero que al menos no puedan decir que no hay comunicación. Sencillo es. Otra cosa es que sobran muchos egos y falta mucha altura en los políticos de hoy en día (y en la sociedad en general)
Y para terminar el diario de hoy, comentar el debate impresentable en mi opinión que se está estableciendo en medios y redes sociales, sobre las medidas de cuarentena drásticas. No me entra en la cabeza que alguien pueda criticar estas medidas diciendo que van a provocar una crisis económica más grande a posteri, que se cargan la economía. A cambio tendremos menos muertos al final de esta pandemia. Por lo tanto, y lo digo bien alto, todo aquel que defienda la posición de salvaguardar la economía y tener medidas menos duras, es alguien al que le importa poco que haya más muertos cuando se controle el virus. Tal vez cambie de opinión cuando se muera alguien de su familia. Claro que tal vez opine eso porque su familia va a seguir aislada a salvo como el mismo, mientras los que se juegan el cuello son los trabajadores de sus empresas que son los que se exponen al contagio.
Vergonzoso. Y me quedo muy corto, pero no quiero acabar de escribir hoy poniendo un insulto.
Buenas noches, aunque para algunos no se las deseo, ojalá les asalten las pesadillas más grandes.

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