De apariencias y respeto. COVIDiario del Lunes 20 de Abril (día 38)

Veinte de abril del noventa, hola chata ¿cómo estás?. ¿Te sorprende que te escriba?. Tanto tiempo es normal.
Seguro que al escuchar estas frases a mucha gente le sonará una música en la cabeza. Tantas veces que la escuchamos, hace ya casi 30 años, porque en realidad la canción se escribió en 1991. 
Hoy vuelve a ser 20 de abril, y creo que ni en los más oscuros sueños de nadie nos podíamos imaginar que íbamos a estar encerrados en casa por un virus que nos acecha ahí fuera, que el mundo iba a estar paralizado.
Este medio aniversario de esta canción debe de ser una de las mejores noticias de hoy, si nos podemos permitir la licencia de llamar noticia a esta virtual efeméride, junto con el número de muertos y contagiados que sigue evolucionando según las previsiones favorables.
El resto pues sigue en el tono habitual de estos días. Se sigue echando la culpa al gobierno de los miles de muertos, que se acrecientan día a día. Una indecencia miserable.¿ Acaso desde que se decretó la cuarentena no habrían habido las mismas muertes con este gobierno o con otro cualquiera?
Que yo sepa las camas de hospital, las UCIS, el personal sanitario, no se puede inventar de un día para otro, tenemos los que tenemos y tendríamos los mismos si hubieran estado otros cualesquiera a los mandos de la nación, porque estas cosas no se pueden resolver en el inmediato o el corto plazo. Por lo tanto, los medios hubieran sido los mismos, y se hubiera podido salvar a los mismos y se hubieran muerto los mismos. ¿Tan difícil es de ver?. Por lo tanto echar en cada cada uno de los muertos desde que empezó el encierro es algo que únicamente pueden hacer los indecentes, los miserables y las personas falta de moral y de escrúpulos. Porque de sobra saben que a ellos se les habrían muerto igual. Me asquea.
Como también me asquea la matraca que están dando día sí y día también con el tema del luto y las banderas y los crespones. Meteroslo donde os quepa el puñetero luto el puñetero crespón y la banderita. Dejad a cada cual que guarde el duelo por sus seres queridos como le de la gana, como lo sienta, como quiera hacerlo. Es algo tan íntimo que debería respetarse la voluntad de cada cual. Yo respeto al que quiera vestirse de negro y poner un crespón en la bandera, y rezar, y llevar flores al cementerio. Y respeto al que quiera un velatorio con cerveza y velas y canciones.  Y respeto al que quiera cualquier otro tipo de duelo para sus seres queridos. Por eso me molesta sobremanera aquellos que quieren imponer su forma de llevar el duelo a los demás. ¿Que pasa que por no exteriorizarlo de alguna forma se siente  menos?. ¿ Que pasa que si no ponemos banderas y crespones y guardamos minutos de silencio sentimos menos la pérdida de quien ya no está?. Las cosas se sienten por dentro y que se vean desde fuera no implica que se sientan más o menos. Algunos quieren hacer una competición a ver quien llora más y más alto. Hipócritas que viven de vender apariencias que esconden las miserias que llevan dentro. Respetad el dolor de los demás como vosotros queréis que respeten el vuestro. Respetar, bonito verbo que esa gentuza no sabe conjugar.
Buenas noches

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