De la renta mínima. COVIDiario del Domingo 19 de Abril (día 37)

Domingo. Otro día más, otro menos. Los últimos días me está pesando el encierro y la monotonía. Escribo menos. Pero también porque no hay mucho nuevo que contar. Repetir todo el día las mismas cosas acerca de las cifras y las noticias repetitivas al final es como escribir casi lo mismo a diario pero pintado de un color diferente cada día. Y no me gusta. Y supongo que a mis millones de lectores tampoco. Obviamente se que no son millones, un par o tres de decenas a lo sumo. Pero para mí valen como millones, que lo sepan.
Resumiendo, que como no me gusta repetirme como un disco rallado, y se que tengo cierta tendencia a ello, pues que corto por lo sano y por eso escribo textos más cortos estos días y seguramente en los venideros.
Hoy se empiezan a leer cosas en los medios sobre la renta mínima, parece que están trabajando en ello y en fechas venideras se va a implementar esta medida. Basta con esto para que ya salgan en tromba los críticos a poner el grito en el cielo. Según ellos esto va a favorecer a los vagos y a los maleantes y a la gente que no quiere dar golpe y por eso no hay que implementar esta renta mínima. No seré yo quien lo discuta. Es cierto lo que dicen. Habrá vagos y maleantes que se beneficien de esta medida para vivir sin dar palo al agua. ¿Y?. Las cosas en la vida no son ni blancas ni negras, casi siempre son grises, de distintos tonos, pero grises. Se olvidan estos críticos de los miles y miles de personas que no son vagos, que no son maleantes, y que por diferentes circunstancias y por la estructura social y laboral que tenemos, se encuentran en situación de extrema necesidad. Sin trabajo, sin ayudas, sin poder comer más que de la caridad. Malviviendo. ¿Tienen la culpa todos esos miles de personas de que haya vagos y maleantes que se van a aprovechar? ¿Tienen que pagar ellos por los otros? ¿Hay mayor porcentaje de vagos y maleantes que de personas realmente necesitadas que no lo son pero no tienen para comer? Va a ser que no. Porque hay una cosa que tampoco dicen estos críticos, esa renta mínima va a dar para comer, vestirse y la vivienda y todo eso con apreturas, es decir, da para sobrevivir. Y la gente va a querer seguir buscando trabajo para poder ganar más y vivir mejor. Salvo los cuatro vagos y maleantes que existir existen. El problema que tienen todas estas voces disonantes y críticas es que toda esa gente que quiere trabajar, ya no va a tener que arrastrarse y someterse para tener un plato de lentejas que llevarse a la boca. Ya no van a poder explotarlos hasta los límites casi esclavistas que les explotan hoy, porque para eso ya tienen esa renta mínima que les va a permitir sobrevivir. Y eso es lo que realmente les jode a todos estos individuos que ven el mayor de los demonios en esta medida. Porque se les acaba el chollo. Porque ya no les va a rentar ser los negreros del siglo XXI que son muchos de ellos. Es como todos esos votantes de ese partido de las tres letras, que proclama la expulsión de los inmigrantes, pero luego los tienen esclavizados trabajando como cosechadores en sus propiedades. Para eso sí que les valen los inmigrantes a esa pandilla de hipócritas. Pues con la renta mínima un poco más de lo mismo. Si la gente tiene asegurado un mínimo de ingresos para poder sobrevivir, entonces va a poder negarse a aceptar esos trabajos de esclavo que hoy en día no tienen más remedio que hacer si quieren comer. 
Y para terminar, me voy a poner como abogado del diablo. ¿Y si es verdad que la gente se va a volver vaga y maleante y aquí nadie va a querer trabajar porque le basta con vivir de la sopa boba de la renta mínima? Pues muy sencillo, la quitamos y volvemos a la situación anterior. Fácil ¿no? Pues entonces no se pierde nada probando a ponerla para ver que sucede. Así que señores críticos, a callarse la boca.
Buenas noches.

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