De estadounidenses y refranes. COVIDiario del Viernes 24 de Abril (día 42)

Viernes. Se termina la semana laboral. Lo que no se termina es el lamentable espectáculo que continúa protagonizando el presidente del país que se suele llamar a sí mismo, el más poderoso del mundo. Serán poderosos sin duda ninguna, pero también gilipollas, y esto se puede decir con menos dudas aún. Que una persona del nivel de su presidente haya llegado a ostentar la susodicha presidencia habla muy mal en primer lugar del sistema político de partidos estadounidenses, en el cual los candidatos o tienen mucho dinero a sus espaldas apoyándoles o no llegan a ningún lado. No hay mejor ejemplo que el actual presidente. Un hombre cuyo mérito es única y exclusivamente tener mucha mucha pasta, ser el tío gilito de este siglo. Lástima que su pasión no sea como la del personaje de Disney, nadar en su piscina llena de monedas de oro, y le encante por desgracia la política, o más bien mandar, porque este señor no está en política para otra cosa que no sea la de mandar. Con cualquier otro resultado electoral no se habría quedado como senador ni como nada, se habría largado porque no soporta que no se haga lo que a él le venga en gana. Poderoso caballero don dinero que decimos por aquí. Con su pan se lo coman que también solemos decir.
Y en segundo lugar, habla fatal del pueblo estadounidense, porque vale que según su sistema solamente tengan capacidad de elegir entre dos candidatos en última instancia, vale que no sea un gran abanico de posibilidades para elegir, pero hombre, salvo que el oponente de este personaje sea un psicópata asesino de masas, creo que la elección estaría clarísima, independientemente del color político de cada uno. En cualquier ideología, religión, país, asociación, raza y cualquier otro tipo de clasificación de seres humanos que queramos hacer, hay genios, hay gente inteligente, gente limitada, y también hay gente descerebrada. Y es responsabilidad nuestra, decir NO, si el candidato que nos propone el partido con el que simpatizamos o al que estamos afiliados, es perteneciente a este último grupo, o sea un auténtico descerebrado.
Claro que también puede darse el caso de que los descerebrados sean multitud y apoyen a un igual, y tal vez sea eso lo que haya sucedido en ese país allende los mares.
Aquí no llegamos aún a esos extremos, pero mucho no nos falta a tenor del panorama que tenemos a día de hoy tanto en el bando de los políticos como en el de la ciudadanía rasa. Estamos a punto de llegar a ese nivel y eso debería alarmarnos y alertarnos. Así que deberíamos tirar de refranero una vez más. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar pon las tuyas a remojar. 
Buenas noches.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pidiendo explicaciones.

Fútbol femenino: ejemplo de lo que no se hace

Día internacional del orgullo LGTB